
Ahora que no nos oye nadie de Donosti -que bastante creído se lo tienen- hay que reconocer que una puesta de sol desde La Concha es una de esas postales que uno no se cansa de ver y fotografiar. En este caso con una Fujifilm X-M1 y un 27 mm f2.8.
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Los vascos tienen fama de duros y este lo superara.
Que duro eres, no Hugo solo?
Ya es hora de hacerle caso a joan fontcuberta.