Arriba, una cámara de ópticas intercambiables con un zoom que rinde unas focales equivalentes a 200-800 milímetros con una luminosidad máxima de f4-6.3. Debajo, una cámara de ópticas intercambiables con un teleobjetivo de 800 milímetros y apertura f5.6.
Además de la más que evidente diferencia de peso y tamaño, el equipo de Panasonic subido a la chepa del Canon rondará los 2.500 euros. Con eso puedes comprar aproximadamente una cuarta parte del objetivo grande. El precio del conjunto superaría los 15.000 euros.
Esos son los datos. A partir de ahí podemos empezar con los matices, los chistes y las comparaciones. Por ejemplo, no está de más recordar que la cámara de abajo (una Canon EOS-1D X) es una réflex con sensor de forma completo y uno de los sistema de enfoque más avanzados del mundo, entre otras cualidades. La de arriba es una Panasonic GX8 con un sensor Cuatro Tercios -la mitad de tamaño, por tanto- lo que le permite duplicar la focal real de 400 mm.
Pero en realidad no hace falta matizar mucho ni ponerse tremendos y serios porque, salvo los hooligans de turno, nadie verá en esta curiosa imagen algo más que eso, una curiosidad. ¿Son dos objetivos con un alcance de 800 milímetros y una luminosidad similar? Sí. Fin de los parecidos.
Este simpático encuentro se produjo hace unos días mientras jugábamos con el nuevo 100-400 mm de Panasonic, a día de hoy el zoom más potente para el sistema Micro Cuatro Tercios. Y como se trataba de destacar sus virtudes, nada mejor que colocar frente al enorme Canon 800 mm f5.6 para hacerse una idea.
“No estamos comparando sistemas ni enfrentando uno a otro”, insistieron desde Panasonic. Nos conocen y saben que somos de tuit rápido y chiste fácil. De todos modos, se agradece esa prudencia y realismo en un mercado en el que lo de tirar de comparaciones facilonas es una estrategia de marketing de lo más habitual.