En lugar de fotografías, descripciones -con bastante coña, además- de las imágenes. Y lo más gracioso del asunto es que Satiregram tiene muchísimos más seguidores y likes que tú y que yo.
La historia no es nueva, pero hace unos días la recuperaron por aquí y merecía la pena rescatarla del olvido y seleccionar algunas de las mejores muestras de este ejercicio postfotográfico en versión Instagram.